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miércoles, 16 de junio de 2010

Venta de antibióticos sólo bajo prescripción médica - México



Las autoridades prometen que, ahora sí, harán cumplir lo que la ley establece desde hace años: obligar a las farmacias a vender medicamentos sólo bajo prescripción médica. Los especialistas no auguran éxito a una medida planteada de forma aislada.

Esta vez la lucha que los altos funcionarios de salubridad darán no es para enfrentar un virus de oscuro origen, sino contra los hábitos arraigados en la población que tienen que ver con el libre consumo de medicamentos. La idea es evitar que las bacterias sigan volviéndose resistentes a los antibióticos, debido al uso abusivo de éstos.

Para lograrlo, la prescripción es tan simple que despierta el escepticismo de especialistas: las farmacias ya no deben vender, salvo contadas excepciones, antibióticos sin receta; algo que la Ley General de Salud ordena desde hace años.

Dado que las herramientas de supervisión necesarias y una campaña paralela de sensibilización sobre su importancia brillan por su ausencia, la medida parece una aspirina administrada a un paciente que requiere cirugía mayor. Al conseguir que la ley se acate, México formaría parte de un reducido grupo de países latinoamericanos que ya restringen la venta de antibióticos, integrado por Chile, Costa Rica, Perú y Venezuela.

Pero lograrlo no será fácil: las oficinas estatales de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no se dan abasto para supervisar a las más de 20,000 farmacias del país.

Las consecuencias de este enorme desafío en términos de supervisión son evidentes. Si bien a partir de abril su venta quedaría restringida, esto no ha sucedido. En el país el mercado de antibióticos vale cerca de 1,000 millones de dólares anuales y estos medicamentos representan el segundo lugar de sus ventas.

Sin embargo, las autoridades tienen motivos para limitar su uso: sin indicación médica estos fármacos contribuyen a que las bacterias resistan la acción de los antibióticos. Los cálculos varían respecto a cuántos de estos fármacos se venden sin prescripción médica. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) calcula que 40%.

Pero el problema de salud pública que representa la resistencia microbiana y sus causas son mucho más complejos que las cifras de la venta libre de antibióticos. De acuerdo con el INSP, alrededor de 70% de los pacientes con infecciones respiratorias y diarreicas agudas reciben recetas de antibióticos, cuando su uso se justifica sólo entre 10% y 15% de los casos.

La promoción del uso racional de medicamentos por parte de la Organización Mundial de la Salud data de los 80. Basada en la experiencia internacional, "una medida aislada está condenada al fracaso", dice Anahí Dreser, investigadora del INSP y especialista en políticas de medicamentos.

Más info en el sitio web de Instituto Nacional de Salud Pública de México


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ReAct Latinoamérica
Sitio web: www.reactgroup.org
Email: reactlatin@ucuenca.edu.ec

Facultad de Ciencias Médicas
Universidad de Cuenca
Cuenca - Ecuador

lunes, 14 de junio de 2010

Una bacteria que nos hace inteligentes?


26 de mayo de 2010, 04:10 PM
Los animales que tuvieron contacto con la bacteria Mycobacterium vaccae mejoraron su capacidad para aprender nuevas tareas y mejoraron su estado de ánimo, afirmaron científicos estadounidenses.
Esta bacteria es terrestre y "es probable que la gente la ingiera o respire cuando pasa algún tiempo conviviendo con la naturaleza”, afirma la doctora Dorothy Matthews, profesora de The Sage Colleges en Troy, Nueva York, quien dirigió el estudio.
EXPERIMENTOS
Según información de BBC Mundo, la bacteria M. vaccae logra estimular el crecimiento de algunas neuronas provocando una mejora en los niveles de serotonina y una reducción de la ansiedad. La serotonina podría tener un papel en el aprendizaje y por consiguiente, mejoras en la inteligencia.
Los científicos decidieron realizar experimentos con ratones para comprobar estas hipótesis. El primero consistía en separar dos grupos de ratones, uno había ingerido la bacteria viva y el otro no. Luego los hacían pasar por el laberinto. “Encontramos que los ratones alimentados con M. vaccae viva navegaron por el laberinto dos veces más rápido y con menos ansiedad que los ratones del otro grupo”, dice la investigadora.
En el segundo experimento, se retiró la bacteria de su dieta. Cuando pasaron por el laberinto, se desenvolvieron de forma más lenta que cuando la habían ingerido, pero mucho más rápido que el grupo de ratones que no habían tenido contacto con el microbio.
EN CONVIVENCIA CON LAS BACTERIAS
“Los humanos somos un “hotel microbiano” ya que contamos con unos 10 microbios por cada célula que tenemos en nuestro cuerpo, o sea compartimos nuestro organismo con trillones de microbios”, dice la científica.
La investigadora cree que aunque el nuevo estudio fue llevado a cabo en ratones, podría especularse que pasar tiempo en el exterior donde está presente la M. vaccae podría tener también un impacto positivo en humanos.
“Así que el mensaje para la gente es salga al exterior, interactúe con la tierra, porque quizás esto lo podrá beneficiar de formas que nunca se imaginó”, afirma la científica.